En 1990 fue fundada
la AEBDC, origen de la actual FEBD. Su socio nº 1 y primer presidente, Xavier
Mora. Era el tiempo de los pioneros y Xavier uno de los más destacados, no solo
como directivo, también como bailarín. Con su pareja, Isabel Baldrich, y años antes
de que en 1995 se celebraran los primeros campeonatos de España amateur, fue de los
primeros en abrir las fronteras y pasear por Europa nuestro incipiente baile. En 1995 se proclamaron Subcampeones absolutos en bailes estándar. Posterioremente fueron Campeones senior estándar en 1997 y 1999.
Profesor
de Matemática Aplicada en la Universitat Autònoma de Barcelona, Xavier ha
fusionado su competencia en el terreno de las matemáticas con su conocimiento del
baile como juez y bailarín. En 2013 el Departamento de Educación de la WDC
publicó un trabajo suyo en el que discute las posibilidades de objetivar la
calidad rítmica en el baile y que él mismo ha traducido para AEPBSD STUDIO. Nosotros
lo publicaremos en dos partes. En esta PARTE 1 se presenta el marco conceptual.
En la PARTE 2 se aplican los conceptos en varias acciones usadas al bailar. Su trabajo forma parte de lo que en ciencia se llama "investigación básica". Tal vez con el tiempo y ulteriores desarrollos podría tener repercusión tanto en la enseñanza como en el juicio.
Vicent Mengual
El
original en inglés en http://www.dancearchives.net/2013/11/15/rhythmic-quality-dance-objective-seems-xavier-mora/
PARTE 1
Xavier Mora |
La calidad rítmica
es un componente esencial del buen baile. Nadie lo duda. Sin embargo, carece de
una definición precisa, por lo que es materia de opinión subjetiva, incluso por
los jueces que actúan en las competiciones de baile deportivo.
Este artículo
forma parte de un proyecto que pretende mejorar esta situación. Es consecuencia
de un trabajo
más técnico donde se hace un cierto uso de las
matemáticas. Aquí prescindiremos de tecnicidades matemáticas, pero aun así
intentaremos explicar los resultados en forma de conclusiones interesantes para
el baile.
Dejemos claro desde el principio que nos ocuparemos solamente de la
calidad rítmica en un sentido estricto, excluyendo cualquier desviación más o
menos expresiva respecto al patrón ideal. Por otro lado, ese patrón ideal lo
entendemos con carácter genérico dentro de cada baile y no con carácter
específico para una determinada secuencia coreográfica.
A la larga, nuestro
proyecto podría proporcionar un sistema para puntuar la calidad rítmica en el
baile. Desgraciadamente, esto requiere superar ciertas dificultades
tecnológicas que comentaremos en el apartado 9 (que pertenece a la segunda
parte). Aun así, este análisis preliminar ya puede ayudar a entender mejor en
qué consiste la calidad rítmica y a mostrar que tiene un carácter más objetivo
de lo que parece.
1. DEFINICIONES DE PARTIDA. La calidad rítmica la entendemos como un grado de concordancia entre una
acentuación real y un patrón rítmico especificado. Aquí y en lo que sigue,
una acentuación significa simplemente una distribución en el
tiempo de ciertas variables de
acentuación, es decir ciertas
magnitudes medibles que habrá que especificar. De acuerdo con ello, entendemos
un acento como una fuerte concentración de estas
variables en un cierto momento. Un patrón
rítmico es una acentuación ideal,
que habitualmente se repite periódicamente en el tiempo. Finalmente, el grado
de concordancia lo pretendemos medir
a través de una comparación matemática entre la acentuación real y la ideal.
Isabel y Xavier en el German Open 1994 |
El
principal objetivo de este artículo es identificar cuáles son las variables de
acentuación que importan en el baile. La cuestión de especificar un patrón
rítmico para cada baile y medir el grado de concordancia la dejamos para un
trabajo posterior.
2. ¿QUE ES UN ACENTO DE MOVIMIENTO? En el baile hay una
cierta tendencia a considerar como acentos que marcan el ritmo los pasos de los
pies. Sin embargo, en el baile deportivo y en muchos otros tipos de baile, una
buena calidad rítmica reside fundamentalmente en el movimiento del centro del
cuerpo más que en el movimiento de los pies. Por otro lado, en general, el
movimiento del centro del cuerpo es más fluido que los pasos de los pies, de
manera que el problema de identificar los acentos que marcan el ritmo se hace
más difícil.
La literatura existente sobre baile no suele entrar en detalles
sobre el significado preciso de un acento de movimiento. Dicho esto, algunos
autores hacen algún intento al respecto. Así, por ejemplo, Ann Hutchinson Guest
(Labanotation, pág. 478 de la 3a edición, 1977) define un acento de
movimiento como “el resultado de un aumento repentino y momentáneo del uso de
energía”, y lo que es más interesante, distingue las siguientes clases de
acentos: “Un fuerte acento al principio del movimiento: impulso;
un fuerte acento en mitad de un movimiento: típicamente un swing;
un fuerte acento al final de un movimiento:
impacto”. Un impacto combinado con un impulso inmediatamente
subsiguiente forma un rebote
(rebound). Además de estos términos,
hay otros que se refieren a movimientos sostenidos, a la ausencia de acentos, e
incluso a lo contrario de un acento: vibración, persistencia (steadiness) (movimiento sin
acentos), inmovilidad (stillness)
(ausencia de movimiento), suspensión. Este lenguaje permite describir la
acentuación del movimiento de forma cualitativa. Por ejemplo, Ruud Vermeij (Latin;
Thinking, Sensing and Doing in Latin American Dancing, 1994, pág. 119–126)
lo utiliza para describir el carácter rítmico general de cada uno de los cinco
bailes Latinos del baile deportivo.
Sin embargo, esto no es suficiente para
nuestro objetivo. Si queremos llegar a puntuar la calidad rítmica del
movimiento en el baile, tenemos que basarnos en alguna variable de acentuación
que sea medible. Y no está claro cuál tiene que ser. En palabras de Ruud
Vermeij (obra citada, pág.159): “Incluso si entendemos el ritmo solamente como
temporización, sigue en pie la pregunta: ¿qué es lo que cambia?”
3. OBSERVACIONES EMPIRICAS. Para dar respuesta a la pregunta que nos estamos
planteando nos basaremos en ciertas observaciones empíricas sobre la percepción humana del ritmo en un
movimiento. En este artículo consideramos algunos casos muy sencillos donde el
movimiento se reduce a la traslación de un solo punto (que nos podemos imaginar
como el centro del cuerpo de un bailarín). Más concretamente, consideraremos
los rebotes de una pelota y las oscilaciones de muelles y péndulos. Todo el
mundo reconoce estos movimientos como ejemplos típicos de movimientos rítmicos.
Así pues, es natural preguntarse dónde percibimos los acentos de marcan sus
ritmos respectivos. Habiendo planteado esta pregunta a unas cuantas personas,
muchas de ellas expertas en baile deportivo, hemos obtenido las siguientes
respuestas:
Observación empírica 1. En el caso de las oscilaciones de una
masa que cuelga de un muelle ordinario, los acentos de movimiento se perciben
en los puntos de retroceso.
Nota. Dicho esto, existe una cierta tendencia
a preferir como acento el retroceso inferior en lugar del superior (como
veremos en el apartado 7).
Observación empírica 2. En el caso de una
pelota que bota repetidamente sobre el suelo, los acentos de movimiento se
perciben en los puntos de rebote sobre el suelo.
Observación empírica 3.
En el caso de un péndulo que oscila con poca amplitud, los acentos de
movimiento se perciben en los puntos de retroceso de ambos lados.
Observación
empírica 4. En el caso de un péndulo que oscila con gran amplitud, los
acentos de movimiento se perciben en el punto más bajo del recorrido.
Observación
empírica 5. En el caso de un péndulo que oscila con una amplitud
intermedia, se da una vacilación o división de opiniones entre situar los
acentos de movimiento en los puntos de retroceso y situarlos en el punto más
bajo.
Basándonos en estos hechos, afirmamos que los acentos de movimiento son
determinados por la magnitud del vector de aceleración. Otros candidatos a
variables de acentuación —tales como la rapidez (magnitud del vector de
velocidad), la energía cinética, sus respectivas tasas de variación, o la
magnitud del vector de aceleración relativa que será considerado en el apartado
9— concuerdan con la percepción de acentos de movimiento en algunos de los
casos mencionados, pero no en todos ellos. En cambio, la magnitud del vector de
aceleración los explica todos.
Tal como se muestra en el trabajo
más técnico
ya referido, la afirmación precedente se basa en un análisis matemático de los
movimientos arriba considerados mediante las llamadas ecuaciones diferenciales.
Aquí intentaremos explicarnos en lenguaje ordinario para una audiencia del
mundo del baile.
4. VELOCIDAD, ACELERACION Y LAS DOS COMPONENTES DE ESTA ULTIMA. Recordemos que la aceleración es la tasa de cambio de la velocidad. Y
que la velocidad es la tasa de cambio de la posición. En ambos casos se trata
de vectores, que significa que tienen no solo una magnitud sino también una
dirección. La dirección del vector de velocidad es simplemente la dirección de
movimiento. La magnitud del vector de velocidad es lo que comúnmente llamamos
rapidez. Se puede tener un movimiento en una dirección constante con una
rapidez variable y también un movimiento de rapidez constante en una dirección
variable. En general, tanto la rapidez como la dirección del movimiento pueden cambiar
con el tiempo.
En un movimiento general, el vector aceleración tiene dos
componentes, una en la dirección de movimiento y otra en una dirección
perpendicular a la de movimiento. Se las conoce respectivamente como
componentes tangencial y normal de la aceleración.La componente tangencial da
la tasa de cambio de la rapidez y la componente normal da la tasa de cambio de
la dirección de movimiento.
En un movimiento rectilíneo la componente normal se
anula. Por tanto, en ese caso la aceleración se puede considerar simplemente
como la tasa de cambio de la rapidez, y por tanto un acento de movimiento no es
entonces más que un cambio repentino de rapidez. (A este respecto conviene
admitir que la rapidez pueda tener un valor negativo, en cuyo caso hay que
entender que equivale a un valor positivo de la misma magnitud en la dirección
contraria).
En cambio, en un movimiento curvilíneo un acento de movimiento no se
reduce siempre a un cambio repentino de rapidez. De hecho, el movimiento
curvilíneo permite acentos donde la tasa de cambio de la rapidez es nula. Tales
acentos son el elemento crucial del movimiento de swing
que es tan característico de bailes como el Vals Inglés, el Vals Vienés,
el Foxtrot y el Quickstep.
mentira !!!
ResponderEliminarEn 1990 fue fundada la AEBDC, origen de la actual FEBD. Su socio nº 1 y primer presidente, Xavier Mora. Era el tiempo de los pioneros y Xavier uno de los más destacados, no solo como directivo, también como bailarín. Con su pareja, Isabel Baldrich, y años antes de que en 1995 se celebraran los primeros campeonatos de España amateur, fue de los primeros en abrir las fronteras y pasear por Europa nuestro incipiente baile. En 1995 se proclamaron Subcampeones absolutos en bailes estándar. Posterioremente fueron Campeones senior estándar en 1997 y 1999
hagas lo que hagas nunca sabrás bailar !!!
ResponderEliminarHay gente que se aburre mucho. Yo lo encuentro muy interesante pedagogicamente. A los comentarios de troll como estos, ni caso!
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